miércoles, 25 de mayo de 2016

Excursión a la granja escuela "La Casita".

El jueves pasado día 12 de mayo los alumnos/as del colegio Carlos V nos fuimos de excursión a la granja-escuela “La Casita”, situada en la localidad de las Casas de Juan Núñez.

            Fue toda una experiencia. A las 9 de la mañana comenzaba nuestra aventura, todos esperábamos con la mochila cargada a que el autobús nos recogiera a la puerta del cole. Allí nos esperaban nuestras tutoras, Lola la profe de apoyo, Genoveva, madre de Pablo, de tres años, y Carlos, padre de Claudia, alumna de cuatro años, que nos acompañaban en aquella salida.
            Nos hicimos fotos en las aulas, fuimos al baño y comenzamos el viaje. ¡Qué ilusión!, poder visitar nada más y nada menos que una granja-escuela. Sobre las nueve y veinte nos subimos en el autobús. El viaje transcurrió con normalidad, y todos estábamos nerviosos e impacientes por llegar lo antes posible. Por fin sobre las 10 y cinco llegamos al lugar, situado en el campo, rodeado de pinos y romeros. Allí nos esperaban nuestros monitores, que eran quienes nos iban a ayudar en la realización de los talleres que nos habían organizado para ese día.
            Cuando bajamos del autobús, hicimos todos juntos un gran corro y nos dieron la bienvenida con una canción muy divertida. Después los monitores se presentaron y nos distribuyeron por grupos de 10-12 niños según la edad.
           



Los talleres que se habían organizado para la ocasión fueron
                  El horno, en el que elaboramos pan.          
       ¡Estaba delicioso!
  
    Paseo en caballo, para los de 4 y 5 años ¡cuidado!, al principio daba un poco de miedo porque había dos caballos muy grandes, pero al final nos hicimos amigos suyos y nos lo pasamos fenomenal. Los de 3 años pasearon en burro con jardinera y también lo pasaron muy bien.       Éste fue un taller muy especial, pues nos propusieron visitar los animales de la granja. Era la actividad más esperada. Tuvimos dificultades para entrar en el recinto donde estaban, pues había llovido y el suelo estaba lleno de barro, pero con cuidado lo conseguimos; vimos los cerditos, ocas, patos, pavos reales, ovejas… pero lo que más nos llamó la atención fue cómo mamaba un cabritillo que había nacido hacía muy poco tiempo. Su mamá tenía las tetas llenas de leche, que parecía que iban a explotar. Fue fenomenal el poder ver allí reunidos un montón de animales.


Sobre la una del mediodía nos llevaron a asearnos para ir a comer. Todo estaba preparado y nuestras profes dispuestas para ayudarnos. El menú, de lujo, de primero, pollo asado con patatas; de segundo croquetas y de postre, manzana. Una comida muy sabrosa y sana.




Después de comer nos llevaron a realizar el cuarto y último taller, que consistía en hacer un saquito de hierbas aromáticas, para llevarlo a casa y ponerlo entre la ropa limpia para perfumarla.
Con un poco de tristeza, pues el día nos paso muy rápido, llegó la hora de marcharnos, y sobre las cuatro menos veinte, nuestro autobús llegó. Nos despedimos de los monitores que nos habían acompañado todo el tiempo, y nos subimos un poco cansados al autobús.



El viaje de regreso fue también interesante, pues de pronto una nube negra descargó su enfado en la carretera por donde pasábamos y empezó a caer granizo y muchísima agua; parecía como si esa nube también estuviese un poco furiosa, pues seguramente o quería que abandonásemos la granja-escuela.
Llegamos pronto a Albacete, y allí nos estaban esperando nuestras familias, impacientes por nuestro regreso. Como ya era la hora de la merienda, algunos de nosotros decidimos probar ese pan tan exquisito que habíamos hecho por la mañana.
Esperamos con impaciencia el próximo viaje a la granja, pero eso será el año que viene.

¡Gracias por este día especial!

Las profesoras









 El reportero gráfico Carlos.